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[...] Concluido este punto, se trató sobre la educación de dichos monacillos y, entre los medios que se pensaron, dijo el señor don Salvador que por sí se obligaba y obliga a dar anualmente cincuenta pesos para ayuda de dicha educación pero, en esta conformidad, que vivan en comunidad al cargo de un rector y [con] constituciones, como se observa en México. Y que siendo así, ofrece mil pesos para principal del intento -y muriendo de prebendado de esa iglesia- cuyo dictamen siguieron todos en orden a dar cada uno cincuenta pesos anualmente, dejando libre la voluntad para el legado en caso de testamento. De que siendo ya cuatrocientos pesos lo que para este fin se aprontan, convenidos todos, nombraron de rector de este colegio al señor chantre con facultad de que haga las constituciones para su observancia. Y que la casa o colegio sea una de las oficinas de esta Santa Iglesia que hay desocupadas en tanto tomare más cuerpo. Y que de los cincuenta pesos de su salario no se les desfalque nada sino que se les deje libre para sus padres. Y que de esta resolución se le avise y participe a Su Ilustrísima, lo que ejecutará el señor chantre, quien admitió en todo lo que se ha determinado. Y se concluyó este cabildo. Firmaron los señores de turno. Doy fe. [Rúbrica] |
