| Transcripción |
[...] Estando en cabildo ordinario y dichas las preces, se vio el memorial de obvenciones de la capilla entregado por Bartolome Ramirez, maestro de ella, en cumplimiento del auto de cabildo antecedente. Y se resolvió, por ahora, se repartan en la forma siguiente: que de cada dos pesos, lleve tres reales el maestro [y] dos el sochantre Francisco de la Cruz; Lorenzo de Escobar, Lorenzo de Urbina y Francisco de Arce, a real y medio cada uno; y, los otros cinco ministros --a cumplimiento de once de que se compone la capilla según la memoria dada por dicho maestro-- lleven cada uno un real, con calidad que cualquiera que falte a la función --sea el mayor o el menor o el mediano-- no gana en ella y, la parte que éste había de llevar, se ha de repartir entre los asistentes al mismo respecto, lo cual se entienda no habiendo orden contraria de su Señoría Ilustrísima ni aprobar el cuánto que pone por cada función. Porque en esta razón se ha de observar lo que informare el señor doctor don Antonio Garcia Baldes, canónigo interino y cura propietario que ha sido de esta Santa Iglesia, de lo que se observaba en su tiempo llevar en cada función, sin exceder de ello. Para lo cual, habiendo entrado dicho señor canónigo, dijo que cuando fue cura se daba a la capilla -- asistiendo todos los ministros-- por un entierro de persona grande, con vigilia y misa de cuerpo presente, doce pesos; por un entierro de niño de cruz alta, ocho pesos --como se podrá ver por las memorias firmadas que daban las partes-- [y] que por el aniversario de ánimas se le daban diez pesos; que esto es lo que corría por mano de dicho señor canónigo siendo cura. [...] |
