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En la ciudad de Durango, en treinta días de mes de marzo de mil setecientos ochenta y cuatro: Ante mí el escribano, y testigos, el muy ilustre venerable señor Deán y Cabildo de esta Santa Iglesia Catedral, estando juntos y congregados con cédula ante diem en que todos fueron citados, a saber: los señores doctor don Josef Diaz de Alcantara, dignidad arcediano; doctor don Raimundo Sotomayor, canónigo penitenciario, provisor, vicario capitular, juez ordinario de testamentos, capellanías y obras pías; bachiller don Felipe Cantador, racionero, juez hacedor de las rentas decimales, y doctor don Miguel Paez de Guzman, medio racionero, que doy fe conozco por sí, y en nombre de los demás señores capitulares que son --y en adelante fueren por quienes prestan voz y caución de rato [et ] grato-- a que habrán por firme este testamento y lo que en su virtud se operare. Acordó Su Señoría Ilustrísima por ante mí, el infra escrito escribano, el conferir --como por el presente confiere-- su poder: cumplido, bastante en derecho, el que por él se requiera y sea necesario más pueda y deba valer, al señor licenciado don Felipe Marcos de Soto, dignidad chantre de esta dicha Santa Iglesia, especialmente para que plantee y ponga en ejecución la fundación del Colegio de infantes del coro de la misma Santa Iglesia, según fue la voluntad del señor doctor don Salvador Becerra, deán que fue de ella, y consta a las cláusulas séptima, octava, nona y décima de su testamento, sobre cuyo particular pueda comparecer y comparezca ante el Rey Nuestro Señor (que Dios guarde), sus reales audiencias de este reino y demás tribunales superiores e inferiores de ambos fueros, y en ellos y cada uno de ellos haga y ponga demandas, pedimentos, requerimientos, citaciones, protestas, súplicas, contradicciones, alegaciones, ejecuciones, solturas, desestimientos, embargos, desembargos, ventas, transe y remate de bienes de que aprehenda su posesión y tenencia ---que continúe y defienda--, saque escrituras, testimonios y otros papeles que convengan, oponga excepciones, decline jurisdicción, pida beneficios de restitución, pruebas, términos o los renuncie, gane despachos, reales provisiones, mandamientos, cartas de justicia y, en caso necesario [tachado: cartas de justicia] censuras --hasta la de anatema--; oiga autos y sentencias --interlocutorias y definitivas--, interponga apelaciones y suplicaciones --que siga por todas instancias--, recuse, jure, pruebe o se[a] parte --si conviniere-- y haga todos los autos, agencias y diligencias que dicho muy ilustre señor venerable Deán y Cabildo haría por sí mismo, judicial y extrajudicialmente, que para todo ello su anexo incidente y dependiente le concede este poder con libre, franca y voluntaria disposición y administración de enjuiciar, jurar y sustituir, revocar sustitutos y nombrar otros de nuevo con relevación de fianzas, según derecho. Y lo firmó su señoría ilustrísima muy venerable siendo testigos don Jose Ygnacio Flores, don Jose Antonio Santaella y don Nicasio Amaya, presentes y vecinos. Doy fe: doctor don Jose Diaz de Alcantara, doctor don Raimundo Soto Mayor, bachiller Felipe Cantador, doctor don Miguel Paez de Guzman. Ante mí, Simon Mijares Solorzano, escribano real. Sacase de un registro para el señor apoderado dicho de su otorgamiento en estas dos fojas útiles del papel sello segundo corriente. Doy fe en testimonio de verdad. Simon Mijares Solorzano, escribano real [rúbrica] |
